Dan Bogdanov trabaja actualmente para el Departamento de Defensa de Estados Unidos en el desarrollo de un sistema para prevenir colisiones satelitales. Puesto que las posiciones exactas de cada satélite son a menudo consideradas secreto de Estado, no es fácil para distintas agencias públicas y privadas de diferentes países coordinar las posiciones y maniobras evasivas.
La experticia clave de Bogdanov permitirá operar sobre las coordenadas de los satélites sin revelar la información a terceros. El científico de 30 años trabajó previamente para la compañía estonia Cybernetica en la creación de Sharemind3, un programa capaz de multiplicar dos números sin que se vean entre sí.
De Estonia han salido importantes desarrollos tecnológicos de impacto mundial, incluyendo Skype y Kazaa.
Aparentemente, el 22 de enero se habría producido la colisión, cuando las órbitas se intersectaron en algún lugar cercano a la Antártida.
Los restos del Fengyun 1C se formaron como consecuencia de la prueba de un misil antisatélite realizada por el Ejército chino el 11 de enero de 2007. Estos restos, unos 3 mil objetos en total, pueden resultar peligrosos para satélites activos en órbita baja, de manera que ya es rutina maniobrar la Estación Espacial Internacional para evitarlos.
Según lo informado por Space.com hoy, el microsatélite BLITS se encontró con restos de Fengyun 1C hace 6 semanas. Ello no se había informado antes mientras los expertos analizaban la información para estar seguros de lo ocurrido.
BLITS, de fabricación rusa, era un componente pasivo de casi 8kg, utilizado en pruebas de NASA/Goddard con LASER para medir con exactitud la posición de un satélite.
El video Analytical Graphics, Inc. muestra el probable lugar de choque y grafica el cambio de rotación y órbita resultantes de la colisión.
El 2009 el científico David Wright estimó que un objeto mayor a 1cm de diámetro impactaría un satélite activo cada 3 o 4 años. Lamentablemente dicha predicción se ha cumplido en forma prácticamente literal.